Las agujas del reloj con su cadencia
simbolizan la perpetuidad del ahora
momento jubiloso que el niño adora
para lucir su vibrante consciencia...
Con inagotable fuente de intuición,
y notable ingenuidad características,
juega con todo carente de pretensión
dispuesto a sorprenderse sin premisa
Perplejo, sin pasado, futuro o razón
con tacto, paladar y ojos inquisitivos
se ciñe a los efectos, a la sensación
del instante sagrado e imprevisto...
Así se viste de gloria el alma reverente
al escuchar la voz emotiva del presente
la esencia de lo divino en cada oración
del diálogo del mundo con su corazón.
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