Te muestro mi amor
pero de alguna forma
no te gusta lo que ves
Es que aún es pequeño
para lo que deseas,
para cumplir con su sino
de promesa inexpugnable.
Porque tu amor,
el que tanto anhelo,
se dice superior
al que te modelo
Y superior pugna
por iluminar a mis ideas
liberar mis ataduras
poseer mi aire
Lo consigue.
Entonces Inflo mis pulmones
con lo que me das para respirar,
observo ajeno la velocidad
de mi sangre.
Sé que mi corazón late, sí,
aunque a penas lo escucho
Te muestro lo que me resta
pero de alguna forma,
no te gusta lo que ves
Es que aún no es lo que deseas,
sigue insuficiente, dudoso.
Sufro como un desertor,
traidor de su propia esencia
indigno de las exigencias
de un amor tan anhelado
Entonces inflo mis pulmones
con lo que puedo, aire maloliente,
y observo impotente
la muerte de lo que soy
la lágrima de la promesa
domingo, 26 de mayo de 2013
sábado, 25 de mayo de 2013
La persistencia de la memoria.- El tiempo
Dalí pintó punteros
con horas marcadas,
eventos registrados
en la orilla de la memoria
Observo en el cuadro
los relojes que se desintegran
frente a la amplitud
del mar, del sueño
A medida que derriten
sobre el suelo,
se quedan pegados en los dedos,
como huellas digitales
Pienso en el destino
del momento,
la breve oportunidad
que tiene para acuñar
su historia.
Y en la natural selección
que ocurre en la mente,
fundamentada en emociones
Dalí, en ese escenario árido,
plasma la tiranía del tiempo:
donde eventos son números
contados sin turbación
y olvidados maquinalmente
No resta más que la brevedad
No resta más que el momento
En la mente, en la vida,
permanecen aquellos que logran
estampar su insignia
hondamente.
Los demás perecen en el desierto.
con horas marcadas,
eventos registrados
en la orilla de la memoria
Observo en el cuadro
los relojes que se desintegran
frente a la amplitud
del mar, del sueño
A medida que derriten
sobre el suelo,
se quedan pegados en los dedos,
como huellas digitales
Pienso en el destino
del momento,
la breve oportunidad
que tiene para acuñar
su historia.
Y en la natural selección
que ocurre en la mente,
fundamentada en emociones
Dalí, en ese escenario árido,
plasma la tiranía del tiempo:
donde eventos son números
contados sin turbación
y olvidados maquinalmente
No resta más que la brevedad
No resta más que el momento
En la mente, en la vida,
permanecen aquellos que logran
estampar su insignia
hondamente.
Los demás perecen en el desierto.
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