domingo, 21 de abril de 2013

El globo

Lo contemplo

Mientras sube y baja,
lenta y cuidadosamente,
cubierto de una fina
capa de hielo

Veo verdades adjetivadas,
oriundas de mi ideario,
estampadas en el globo.

Lo toco.

Retiro las manos de súbito:
la baja temperatura
quema mis dedos

Entonces chillo,
golpeo la fina capa-
ese escudo antibalas-
tratando de recuperar a
mis ideas

Pero el guión perfecto,
sigue inmune, casi ajeno,
rodeado de una nube fría.

Es Inútil.

Tantas verdades, adjetivos
son ahora un todo estático,
e inalcanzable.

Y ese todo
ya no me pertenece,
quedó cautivo
de un momento muerto

Muerto por incumplimiento,
por el surgir
de nuevas experiencias,
del sabio entendimiento

No existe.

Tal vez nunca existió,
fue solamente una foto
de un mundo imaginario.

Una foto tan sólo mía
fruto del miedo astuto,
de sus vagas intenciones

Quizás fueron mis deseos
que vivieron o vivirán
en un sueño a medida,
en una realidad paralela

viernes, 12 de abril de 2013

Fin y comienzo

En cada fin hay un comienzo

En el último aliento de la jornada
que suena doquier, entre sombras,
mezclado con el canto del búho.

En el silencio que se atiza,
trepida con su aura dorada
como copa de álamo en otoño

Porque, inevitablemente,
caen los pétalos cansados
afloran nuevos retoños;

la carne del ciervo muerto
va a nutrir a las crías
de un felino obstinado

El meteorito se divide
-allá, en el lejano espacio-
formando miles de estrellas,
luces en cielo solitario

Porque, inevitablemente,
en cada fin hay un comienzo,
el comienzo contiene su fin;

Así el océano que reposa
en algún punto terráqueo
aloja tormenta, río manso
en su corazón errático...

Y él palpita tras su meta
nace y muere a cada paso
a cada paso se regenera
células, fondo y trazos


lunes, 8 de abril de 2013

Volcán

Subíamos el lateral
pulido por las piedras
que recurrentes bajaban
desde la cumbre volcánica.

De pronto nos detuvimos
para disfrutar del cielo:
varias estrellas coloradas
despejaban su sensualidad
en profusa cortina de fuego

Caían las gotas encendidas
sobre un lago azul turquesa
y un fuerte olor a azufre
adulteró nuestros olfatos

Las llamas, trama estelar
el azul, súbita frialdad
nos terminó de confundir
nos terminó de entorpecer...

Y la química del planeta,
la codicia de la carne
-fusión de lava e ímpetu-
nos eximieron de la razón

Hasta que la nube espesa
ardiendo desde la cima
consumió todo el oxígeno
recordó sabias doctrinas

Entonces cada paso nuestro
se volvió pusilánime
cada certeza vigorosa
aceptó su posible finitud

Así, a través del vaho,
a través del espacio,
tambaleamos al unísono:
Ora deseo, ora duda.