sábado, 27 de agosto de 2011

A la música

Mis oídos sonríen plácidos
en estado de satisfacción
meneados al compás
de una bella composición

Oídos, puertas abiertas
destino de la melodía,
cual emoción descubierta,
penetra, contagia, habita

Melodía, acordes, arreglos
libreto, cuento guionado
sutiles conquistadores
de toque, visión y olfato

Es cuento indulgente
mensaje interpretado
en vuelo de la mente
en planeo aventurado.

Es ritmo y armonía
de mis sentidos alimento
concierto y sinfonía
notas de sentimiento.

Es al fin, verso y rima
Es mi cuerpo personaje
Es mi alma la tarima
Y la música, su ropaje

domingo, 21 de agosto de 2011

Amor reseco

El amor argénteo que te ofrecí
-a merced de la intemperancia del tiempo-
fue mutando indulgente, víctima
de palabras agotadas, sin aliento.

Palabras mías que se resecaron,
resignadas a la carencia de las tuyas,
lúgubre lugar adónde lo mutuo,
adolece de su mismo sentido .

Resecas por la pasión llameante,
el ardor imponente de sus rayos
que fue abrasando a mis versos
inocuos, vanos, soslayos...

Versos repletos de emoción
que paulatinos y extenuados,
cayeron de a poco, calcinados
en el desierto, a la sazón.

Y así, destino agostado
tantas estrofas emotivas
de amor, esperanza viva
fueron, son: efigie, pasado

sábado, 20 de agosto de 2011

Destino

Bajo el comando de mis señas
entre ríos, arroyos, cascadas
desciende el agua de las cumbres
vertiéndose obstinada

Agua cumbresca que perfila
las facciones del caudal
por donde corren las escenas
de mi existencia terrenal

Escenas por mí actuadas
nutridas, crisol de emociones
provistas de mil razones,
historia siendo creada

Señas también vacilantes
dudas que asoman y ansían
por la predicción de certezas
antídoto ante lo sombrío.

Buscan respuestas, vestigio
manifiesta seguridad
garantía de atino
resguardo para la eventualidad.

Señas caladas,
faz de los anhelos,
oxígeno, agua de mis pasos
apoderadas del efecto y
sometidas al acaso.

Son señas, rostro, escenas
decisiones y designio
imprevisto, causalidad
curso de mi destino

domingo, 14 de agosto de 2011

Te asomas. No te veo

Te asomas discreto
testimonios confiados
de forma aprensiva
paulatinos, dietéticos.

Te asomas arrogante
exhalando aires de apatía
en frases irrelevantes,
y calculada lejanía.

Te asomas asustado
con mirada cascada,
grietas encarnadas
en espíritu acallado.

Te asomas. No te veo
eres refugio construido
ausente y distraído
insondable asentamiento

Te asomas, yo atónita,
adicta a tus cuentos
padezco las privaciones
aversión a tus silencios.

Te asomas, ¿Eres tú?
Me cuestiono en un momento
Son ribetes de elegía,
reacción de mi intelecto?

Te asomas o ¿soy yo?
obstinada, penosa lectora
renegando a mis deseos
si para estar contigo fuera?


sábado, 6 de agosto de 2011

Desdicha la del amor inviable

Desdicha la del amor esperado
que pugna por hacerse valer
en medio de un cerro pelado.

Desdicha la del amor usurpado
llevado por huracanes impiedosos
a un sitio recóndito y amargo

Desdicha la del amor ofertado
que exclama sus versos furtivos
estéril, en la nada escoñado.

Aquí estoy, dice impotente
impasible ante la tormenta
expectante en el torrente.

Aquí estoy, repite insistente
luciendo mi mejor traje
vestido de promesas ardientes

Aquí estoy, desdicha consumada
esparciendo dotes y caricias
infructíferas, despreciadas.

Aquí estoy, llanto contenido
Sintiendo penuria y congoja,
por tu indiferencia, malherido.

Aquí estoy, confieso cabizbajo
manteniendo mi cordura
de tenaz caballero azorado

Aquí estoy, último suspiro
evocando en frases amigas
palabras a ti dirigidas.

Aquí estoy, deseos delicados,
cual soplido de la tromba,
al silencio condenados.

Aquí estoy, pérdida indeseada
dejándome conducir por la razón
conclusión prevista, augurada.

Desdicha la de mi amor inviable
sepultado por los temores
huérfano de tus favores
resto, difunto, cadáver.