domingo, 3 de marzo de 2013

En la escalera

Había algo mágico en aquella noche,
como si pudiera sentir los átomos que jugaban entre sí,
descargando latigazos eléctricos
en el despejado cielo veraniego.

Las flores alrededor de la escalera,
enfiladas en vasos de cerámica local,
se movían jubilosas, acompasadas,
exhibiendo una armónica coreografía

Se sentía la brisa del puerto cercano.

El viento emitía una suerte de lenguaje sin vocales,
hablaba a las flores que tiritaban de pacífico placer
y reflejaban el fulgor lunar en sus pétalos coloridos.

Había algo mágico en aquella noche,
El foco de luz sobre la escalera,
las hojas caídas del árbol en sus peldaños,
nos invitaban a unirnos a la escena,
para completar ese cuadro romántico
que parecía armado adrede...

Como si los besos, abrazos, rodillas ancladas,
fuesen los únicos movimientos permitidos;
como si mostrasen, dentro de la finitud del gesto,
los rasgos esenciales de lo eterno.











sábado, 2 de marzo de 2013

Expuesta

Sentada en la arena
con el sol pintado en el rostro,
silba notas de agudo entusiasmo
con un regocijo cuasi infantil

Observa las olas:
esa masa de agua que desploma
su cresta en la orilla,
su huella perecedera.

Ve cómo retroceden
encerrándose en el océano
de oxígeno y secretismo.

De súbito nacen gotas de sudor
en sus párpados ahora plegados;
gotas convulsas como la oleada
frías como el mar retirado

Y se encuentra muy vacía
abandonada por la promesa
que aún escuece como sal
en sus ojos solícitos
en su deseo latente

Entonces espera el regreso
entre fascinada y temerosa
de una nueva embestida
de ese mar claroscuro

Aguarda que vuelvan las olas
con su hervor suave, apasionado
para reafirmar maduras certezas
y superar sabidas incertidumbres

Espera, cautiva de los vaivénes
del tiempo, de los ciclos,
con la ansia sujeta a la emoción
que prepondera irrefutable...