En esa noche tracé con mis dedos, con sus yemas
La circunferencia de una penetrante luna llena...
Dibujé gotas de plata que expelidas como el rocío
relucieron en la oscuridad del exiguo cielo tardío
e iluminaron a las estrellas huidizas, casi ajenas
Toqué el virtuosismo de la negrura de tus ojos, sí
con ellas, con las yemas de mis dedos... lo toqué
Atendí a su latir sugestivo, era la luna que contaba
un cuento no sucedido pero que intenso ya vibraba
acogido por la argenta bóveda de luz que dibujé.
Ese palpitar era silencio mismo, energía que brota,
- del mundo súbitamente adormece todas las notas-
y fluye puntiagudo adueñándose del momento.
En esa noche rocé con mis yemas al astro lejano
cuándo por fin temblorosas alcanzaron tus manos
en un instante único asistido por el firmamento.
En esa noche nuestros labios al silencio derrotaron
Fundidos en besos que a nuestras almas palparon
Y calaron palabras que las proferirá el tiempo...
sábado, 17 de diciembre de 2011
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Amor Vano
No, en esta ocasión ya no me engañas
identifico tu firma tejida en telarañas
y siento tu olor que corre con el viento
con su pizca de nada en condimentos
Aprendí a reconocer a tu voz quebrada
que brota de ahí, de tu garganta apurada
balbuceando promesas huecas, volubles
e intenciones tan efímeras como nubes
Seductora suele conquistar a mis anhelos
esgrimiendo ser aquel paraíso y consuelo
de la niña soñadora con su noble caballero
en un bello cuento que carece de realidad
No, no necesito tus bondades sin contenido
- mi alma se rebela intrépida, con un grito-
Ni tus versos que enarbolan mediocridad
Necesito otra cosa, otra más rellena, tupida
esa que te hace carcajear desde las tripas
y propaga auténticas euforia y asombro
vida celebrada en cada uno de los poros
Quiero un velero atracado en el varadero
Sosegado, repleto de sentido, verdadero,
bien asentado, su vela alzada a crucero,
y el viento soplando a favor para zarpar
Deseo el firmamento de un verano estrellado
a sus astros fulgentes en arreglo alineados
con el leal propósito de al corazón iluminar.
No, no ya no te burlarás de mí amor vano
con tu oferta mezquina, cubierta de paños,
Ya no me vuelves astutamente a atrapar...
Porque aspiro aquél que paladea la entrega
natural enfrenta al temor, dura, no doblega
pertinaz frente a la inquietud del arriesgar.
Quiero otro amor, cierto, emotivo y sincero
El que está preparado y afirma “sí, quiero”
dispuesto a su alma ilusionada desnudar…
identifico tu firma tejida en telarañas
y siento tu olor que corre con el viento
con su pizca de nada en condimentos
Aprendí a reconocer a tu voz quebrada
que brota de ahí, de tu garganta apurada
balbuceando promesas huecas, volubles
e intenciones tan efímeras como nubes
Seductora suele conquistar a mis anhelos
esgrimiendo ser aquel paraíso y consuelo
de la niña soñadora con su noble caballero
en un bello cuento que carece de realidad
No, no necesito tus bondades sin contenido
- mi alma se rebela intrépida, con un grito-
Ni tus versos que enarbolan mediocridad
Necesito otra cosa, otra más rellena, tupida
esa que te hace carcajear desde las tripas
y propaga auténticas euforia y asombro
vida celebrada en cada uno de los poros
Quiero un velero atracado en el varadero
Sosegado, repleto de sentido, verdadero,
bien asentado, su vela alzada a crucero,
y el viento soplando a favor para zarpar
Deseo el firmamento de un verano estrellado
a sus astros fulgentes en arreglo alineados
con el leal propósito de al corazón iluminar.
No, no ya no te burlarás de mí amor vano
con tu oferta mezquina, cubierta de paños,
Ya no me vuelves astutamente a atrapar...
Porque aspiro aquél que paladea la entrega
natural enfrenta al temor, dura, no doblega
pertinaz frente a la inquietud del arriesgar.
Quiero otro amor, cierto, emotivo y sincero
El que está preparado y afirma “sí, quiero”
dispuesto a su alma ilusionada desnudar…
domingo, 11 de diciembre de 2011
El sol y la luna
Se eleva pálido el sol de mi unción
abriga oficioso a tu cumbre nevada
en una mañana opaca, desheredada
mientras intenta ocultar su desazón
Ayuno aún insiste en avivar tus deseos
Suspenso en el cielo, sobre tus cerros
a la espera de un sentir en comunión
Pero en lo alto se escucha el murmullo
de buitres que denuncian el infortunio
del triste deceso de ese amor sin lazos
que huérfano sucumbe ante el ocaso.
Entonces el sol ahora ataviado de luna
acepta pesaroso, con faz de penumbra,
al desconsuelo del sueño desvanecido
que de a poco se convertirá en olvido…
abriga oficioso a tu cumbre nevada
en una mañana opaca, desheredada
mientras intenta ocultar su desazón
Ayuno aún insiste en avivar tus deseos
Suspenso en el cielo, sobre tus cerros
a la espera de un sentir en comunión
Pero en lo alto se escucha el murmullo
de buitres que denuncian el infortunio
del triste deceso de ese amor sin lazos
que huérfano sucumbe ante el ocaso.
Entonces el sol ahora ataviado de luna
acepta pesaroso, con faz de penumbra,
al desconsuelo del sueño desvanecido
que de a poco se convertirá en olvido…
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