viernes, 23 de septiembre de 2011

Jornada Inesperada...

Mi mamá, mujer activa, trabajadora
aún convaleciente por el intenso dolor
pedía a mi abuela, madre protectora
que de mi cuidara, en su día de labor.

¡Pobre madre, terrible padecimiento!
casi sucumbe, a causa de su hija amada,
ya que al nacer fui rasgándola por dentro,
debido a una posición fetal inapropiada

Gracias al superado acontecimiento
Mi mamá pudo transmitir este cuento
que yo complacida procedo a relatar:

En una mañana de verano ajetreada
en la señal aguardaba, para la calle cruzar
se encontraba absorta, ensimismada
hasta que a una señora se puso a ayudar

Así, brazos enlazados, empezaron a caminar
como dos amigas, charlaban muy animadas,
sobre su hija pequeña, traviesa y mimada.

De súbito, para su sorpresa y estupor,
sin preludio, pese a inmensa afirmación,
la señora acechó un dato con total convicción:

"Está usted embarazada!", afirma la señora,
mi mamá aturrullada, reacciona sin demora,
y le exclama; “¡No es posible, no hay lugar...
Mi cuerpo sufrió mucho, es preciso recuperar!”

La señora, fiel a su pensamiento, insistió:
“No querida, portas una niña en tu vientre”
Mi mamá pasmada, de nuevo le advirtió:
“¡El médico lo prohibió terminantemente!”

Entonces la señora, de mirada penetrante,
emitió estas palabras, por demás instigantes:
“¡Confíe en que todo saldrá bien y así será!”
Mi mamá suspicaz se dispuso a escuchar

Los ojos de esa señora no parecían mentir,
eran como brújulas vivaces y premonitorias
que relucientes contaban esta veraz historia
como si a un cometido buscaran cumplir

Mi mamá al fin regresó a casa pensativa:
"¿Quién era esa señora tan misteriosa,
que logró tenerme pendiente y cautiva
y en mí sembró tamaña duda insidiosa?".

Corrieron los días de calor sofocante
Mi mamá a su obstetra fue a visitar
le contó sobre la señora transeúnte
Y él preocupado, comenzó a investigar.

Paradojas de la ciencia y lo oculto
la señora, sin conocerla en absoluto
un embarazo muy delicado le vaticinó

Para asombro de todos los presentes
a pesar de su condición mal doliente
el embarazo inesperado se confirmó

Y así seguimos hablando actualmente
del acaecimiento atípico e incoherente
que, de por siempre, a nosotros intrigó.

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