sábado, 17 de diciembre de 2011

En esa noche

En esa noche tracé con mis dedos, con sus yemas

La circunferencia de una penetrante luna llena...


Dibujé gotas de plata que expelidas como el rocío

relucieron en la oscuridad del exiguo cielo tardío

e iluminaron a las estrellas huidizas, casi ajenas


Toqué el virtuosismo de la negrura de tus ojos, sí

con ellas, con las yemas de mis dedos... lo toqué


Atendí a su latir sugestivo, era la luna que contaba

un cuento no sucedido pero que intenso ya vibraba

acogido por la argenta bóveda de luz que dibujé.


Ese palpitar era silencio mismo, energía que brota,

- del mundo súbitamente adormece todas las notas-

y fluye puntiagudo adueñándose del momento.


En esa noche rocé con mis yemas al astro lejano

cuándo por fin temblorosas alcanzaron tus manos

en un instante único asistido por el firmamento.


En esa noche nuestros labios al silencio derrotaron

Fundidos en besos que a nuestras almas palparon

Y calaron palabras que las proferirá el tiempo...

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