sábado, 5 de noviembre de 2011

Descubrirse

Eres mi incontable referencia anónima
el espejo de los tantos vanos ensayos
a veces eres una respuesta antónima
esa reflejada en tus sabios ojos ayos

Eres también el cruel dedo inquisidor
aquél que me expone a mis acciones
lisia a mi orgullo y a sus acepciones
de mi alarma interna el instigador

Eres varias centenas de ojos estimados
miradas ajenas, de mi madurar artífices,
otros ojos que a mi curso han aportado
gran mandamiento del autodescubrirse

Los procuro desde mi carente humanidad
desde esa cualidad mortal e intrínseca
de que somos individuos de la sociedad
y la aceptación es condición implícita

Los procuro desde mi esencia y mis genes
Los recibo en mis creencias, mi memoria
coadyuvantes asisten a la ajetreada noria
que es la vida en su aprendizaje perenne

Hallo a las palabras por tus ojos proferidas
vagan exentas en mi interior, se difunden,
en ciclón de contradicciones que se unen,
me ponen a prueba en tenaz disyuntiva

En ese remolino de miradas cruzadas,
mi mente destaca la crucial importancia
de mantenerse fiel a mi yo, a mi crianza
en señal de la estima propia conservada

Capto apresto ojos, palabras y emociones
me sumerjo en las entrañas del meditar
me abro al influjo de las diversas razones
siempre inclinada a superarme... y a amar

3 comentarios:

  1. Interesante reflexión sobre la importancia de la mirada del otro en el autoconocimiento... me encantó, te felicito.

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  2. Hola Marcelo, Gracias! La idea es que mis escritos sean mensajes compartidos. Una gran satisfaccion que te haya gustado. :)

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