El tiempo enfrenta al aire
manteniéndose estático,
como un muro fortificado
ante el brío del espiral
Espiral que sube, baja,
se retrae y expande
aireando calles
acompañando vidas
Calles pobladas
de pasos incógnitos
que se encuentran
y se alejan a cada día.
Gente y pasos fugaces.
Fugaces como muchas palabras
cuyo sentido impacta menos
que el ruido de una bocina.
Fugaces como el pensamiento
sin arraigo, perezoso.
Gente que circula
como masa de corriente,
y es esclava del ansia
que jamás se detiene
Calles donde labios
traicionan al silencio
y el circulo recrea
existencia autómata
Ahí, a cada día, el tiempo
se planta en retarguardia
para reiterar su distinción
Protege con su resistencia
el derecho de existir
como tiempo individual,
como tiempo del alma
No hay comentarios:
Publicar un comentario