Ráfagas de luz entran por la ventana entreabierta
inundan de claridad el ambiente casi hermético
y desembocan en la vastedad del silencio
Tintineos inspirados suenan en el deseo mudo
en el vientre estéril, desertor de la gestación,
que yace flojo como un aparato inutilizado
Y blanca brilla, perla en el interior de la ostra
cuyo toque de candor y belleza inapelables
tuerce las entrañas mientras rasga la memoria
volcada a hallarse y perderse entre cicatrices
Presencia que es lámina de espada filosa
que lacera los recelosos y duros escudos
para expandirse, desde dentro hacia fuera
y así liberarse de tan injusta clausura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario