sábado, 14 de septiembre de 2013

Mundo acallado

Soñé durante varias noches
con un triángulo;*
un polígono difuminado
un monte encapotado
una pirámide.

No tenía tres lados:
le faltaba una pierna;
un ángulo cojo
un círculo sin ojo
un papel sin letras.

Un papel que colgaba
del vértice inacabado
luego caía inerte
y lloraba amargo

Sus lágrimas corroían
los pictogramas
-confusos anagramas-
de la tablilla de Kish**;
signos en piedra caliza,
-padre de las sílabas-
hallaban su fin

De repente llegaba el
silencio; denso
como lodo; pantano
deforme, tosco;
hendidura entre tierra
y cielo

?Sería la nada mitológica,
guía de seres divinos,
que conducía al olvido
a Homero y a Ovidio?

?Caos, sin luz o referencia,
noches sin descendencia
los condenaba al vacío?

?Qué sería de los mitos
las bíblias, los libros,
cuadernos, pergaminos,
de la historia y sus anhelos?

Soñé despierta, nocturna
un mundo sin escritura
carente de poetas y lunas,
ignoto y desabrido

*Triángulo semiótico:
En esencia, se trata en buena parte de términos equivalentes que en el lenguaje de la tradición filosófica significan:
•El significante (o símbolo o nombre), es decir, el sonido de las palabras, el dibujo de una imagen; en resumen: el signo en su aspecto físico y concreto.
•El significado, lo que en la filosofía se ha denominado siempre : es decir, la noción, la idea, la vertiente mental, la parte conceptual de un signo.
•La cosa o referente, la parte de la naturaleza a la que el signo se puede referir. En efecto, para definir un signo son suficientes el significante y el significado. Pero el signo puede tener también una referencia en la realidad, precisamente con un referente.


**Tablilla de Kish:
La tablilla de Kish se encuentra cubierta de escritura cuneiforme, y es considerada la muestra más antigua de esta escritura.[1] La escritura es puramente pictográfica, y representa a una etapa de transición entre la protoescritura y la emergencia de un silabario

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