viernes, 17 de junio de 2011

Permítame señor, ser romántica

Permítame señor
Ser romántica, incurable
Patológica, ansiosa
Aventurera animosa.

Permítame señor
Mi verdad onírica
Que convierte el hecho
En material creativo
Recreándolo, ilustrándolo
Entre realidad y fantasía.

Permítame señor,
Permitirme idearle
Por momentos, de a ratos
En la imaginación, presentes
Mis ideales más honrados
Mis deseos más latentes.

Permítame señor
Querer llegar con ahínco
Hasta el cielo de un grito
A tropiezos, obstinada
Sin bien conocer el camino.

Permítame señor
La negligencia de la inepta
Conturbada por la inercia
De la mente y sus eventos

Permítame señor
Al fin, y al comienzo
Re escribir sus palabras
Fuente incalculable
De mi mundo novelero.

Permítame señor
Errar nuevamente,
En el constante afán,
Búsqueda malograda
Del irracional espejismo.

Permítame señor
Creer firmemente que,
mis sueños vívidos,
Encuentran finalmente
a su verdad, soñada mía.

Permítame señor
Ser romántica, en esencia
Concienzuda y valerosa
Descuidada y confiada
Y del amor, siempre, enamorarme.

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